sábado, 6 de marzo de 2010
Encuentro de Sacerdotes de la Región Litoral en Victoria
Durante el encuentro estuvieron presentes todos los obispos de la Región Litoral, que conforman las diócesis de Paraná, Concordia, Gualeguaychú, Rosario, Santa Fe, San Nicolás, Rafaela y Venado Tuerto, quienes asistieron a las charlas y compartieron los momentos comunes.
Estas jornadas con impulsadas desde la Comisión Episcopal de Ministerios de la Conferencia Episcopal Argentina como parte de la formación permanente para los sacerdotes. Están dirigidas especialmente a presbíteros con menos de diez años de ordenación sacerdotal, pero abiertas a todos los sacerdotes. De hecho, en esta oportunidad, se pudo observar una gran variedad en las edades de los participantes, aunque sigue siendo mayoritaria la presencia de jóvenes.
Es la segunda oportunidad en que se realiza este Encuentro. El primero tuvo lugar hace dos años en la ciudad de Santa Fe. En aquella ocasión se contó con la presencia del padre Amadeo Cencini, reconocido experto italiano en temas de psicología y espiritualidad.
En este encuentro se invitó a Mons. Uriarte, también reconocido por su riqueza a partir de su vida como pastor y la reflexión honda y seria de quien, como compañero y como obispo, ha tratado con sacerdotes durante décadas. El tema elegido ha sido motivo de una extensa reflexión del obispo quien hace muy poco editó un libro sobre el particular.
Para Uriarte ser sacerdote es, en cada época, una vocación que supone una manera de estar en el mundo. Implica ser parte de una sociedad y una cultura, pero para comunicar un mensaje que desborda y a veces se opone a dicha cultura. Hoy en día, el sacerdote, testigo de Cristo en un mundo secularizado y representante de una Iglesia a menudo cuestionada, tiene ante sí el reto y la posibilidad fascinante de seguir proclamando el evangelio. Por ello el primer día Mons. Uriarte se centró en algunas características de la cultura actual y sus correlatos en la vida sacerdotal, con sus desafíos y riesgos. Entre esos rasgos destacó que la cultura de nuestra época está impregnada de narcisismo, privilegia la individualidad, promueve la liberación sexual, debilita el sentido de pertenencia, acentúa la satisfacción de deseos y deja a Dios al margen.
En el segundo día el obispo se refirió al celibato en la vida sacerdotal, mostrando a Jesús como paradigma del mismo y la relación entre éste y la vida matrimonial, la cual debe ser entendida como dos realidades complementarias. Luego hizo hincapié en los rasgos de la espiritualidad del célibe y algunas condiciones para que el mismo sea vivido adecuadamente.
El último día estuvo dedicado a la fidelidad, en el marco del lema elegido por el Papa Benedicto XVI para el Año Sacerdotal “Fidelidad de Cristo, fidelidad del sacerdote”. Durante el mismo se hicieron consideraciones bíblicas y teológicas en torno a la fidelidad de Dios y la fidelidad a Cristo para luego analizar actitudes básicas que la limitan y los caminos que la hacen más plena.
Estas jornadas se han convertido en una posibilidad para que los sacerdotes continúen formándose a partir de los desafíos que presenta el mundo actual, un tiempo de encuentro con Dios en la oración y un lugar de intercambio de experiencias desde la realidad de las distintas diócesis de la Región Litoral.
http://www.obispadogchu.org.ar/obispado/noticia145.htm
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