miércoles, 18 de febrero de 2009
Que triste hubiera sido la humanidad si no existiera la noche
Frase escuchada al Padre Mamerto Menapacce en uno de sus micros del Centro De comunicación Nuestra Señora de Lujan.
Educados para el triunfo, no soportamos vivir sin el.
Muchos seres humanos necesitan el triunfo nuestro de cada día, algo que alivie la ansiedad ganadora.
Así compiten en entupidos juegos o concursos de televisión, aun haciendo el ridículo, buscan desesperadamente el premio en las gaseosas o se hacen adictos a los videos juego.
Algunos crean los llamados deportes extremos, juegos contra la muerte, que muchas veces gana la partida y otros se conforman con ganar un lugar en la cola del cajero automático.
Para la mayoría de no-ganadores queda una posibilidad, meterse en el juego de la política donde todos los participantes ganan, aunque pierda el país.
En el fondo parece ser una búsqueda de escape al fracaso, al dolor, a la humillación de no ser nadie.
Como dice el Padre Menapacce, descubrir en la oscuridad las estrellas, ser capaces de ver en el día a día de nuestra vida cuantos triunfo conseguimos sin ser tapa de diario.
La vida de familia, el abrazo de un hijo, el encuentro con amigos, el trabajo honesto, el servicio sin interés, cada mañana se abre una pagina en blanco para escribir el ella las vivencias cotidianas.
Todos podemos ser ganadores
Como dice el Padre Víctor Fernández el que se siente inútil no puede empezar un buen día
Cada uno se muestra sabio en su propia tarea, algunos no saben decir frases bellas, pero su trabajo es una oración que asegura la creación eterna.
(Ecli 38,31.34)
Foto gentileza: www.guate360.com
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