El sábado 2 de mayo, el enorme Cristo de la Hermandad, de 10 metros de altura, ubicado sobre una cruz de 25 metros fue trasladado desde la explanada de la parroquia, ubicada en el corazón de esta ciudad entrerriana, hasta el lugar de su emplazamiento, situado sobre la Ruta 130, a alrededor de 3 Km. de distancia. Se trata de una obra de Luis Sisara, autor de más de 30 trabajos similares en distintos puntos del país
Este Cristo había recorrido previamente un calvario de dificultades, desde la postergación de la fecha del 9 de abril, fijada inicialmente (Jueves Santo)hasta los obstáculos aparecidos este sábado y que amenazaron con hacer imposible llevarlo al lugar elegido. Todo el día se vivió, desde los alrededores del templo, a través de la radio o de la televisión, las alternativas del acontecimiento. Todos en Villa Elisa, sea, movidos por la fe, o fuese, impulsados por la curiosidad, estuvieron pendientes de lo que sucedía.
Finalmente a las 3 tarde con el intenso ulular de las sirenas, este Cristo de los maderos, comenzó a recorrer las calles de la ciudad jardín, como llamando a todos a acompañarlo. Muchos caminaron junto a él, otros se trasladaron en vehículos. La marcha unió a jóvenes y no tan jóvenes, inclusive a aquellos que desafiaron problemas de salud o desobedecieron recomendaciones médicas al sentirse convocados por un hecho que les parecía único y por lo tanto irrepetible. Así se reunieron más de 3000 personas para la celebración de la Santa Misa donde se fortaleció la raíz espiritual de las emociones vividas.
Tallado, en poco más de 20 días, sobre un eucalipto colorado largamente centenario, este Cristo muy pronto será entronizado y se convertirá en un fuerte estímulo de elisenses y visitantes para tallar a Cristo en cada corazón y entronizarlo en la vida de cada uno.
Comentarios , audio y fotos: Roque Giovenale
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